martes, 20 de enero de 2015

El REGALO más bonito

Una sonrisa crónica, de las incurables, de las que acabas agonizando de felicidad, de las que no admiten ni corta ni pegas, de las que se escapan sin esconderse, de las que aún a ciegas me enreden en un baile sin epitafio. Una sonrisa que me lo diga todo, desafiando a la duda. Y que a pesar de todo cuanto acontezca… al despertar, mi sonrisa también siga intacta.

Unos ojos en los que verme brillar, miradas que me devuelvan a la niñez, miradas que recubran todo mi mundo, miradas que dejen impresas en mis pupilas el cielo.

Y un ramo de flores dentro, mientras siento a la vida comiéndome a besos. Y un ramo de canciones, ése que no me falte nunca.

Tener tesoros propios y con quien compartirlos.
Quedarme siempre con lo que quiero ser.

Y dos pasos. Sin que haya uno esperando que el otro cumpla con su parte. Los dos, yo. 
Y un camino, distinto incluso al que imaginé, para seguir avanzando.

La curiosidad de la primera vez. Siempre. En cualquier situación. 
Y la paciente belleza de un poco a poco.
 Y la libertad del que no espera.

Millones de cosas que se explican haciendo volar las manos. Que no hay regalo más bonito que el amor del bueno. Ese amor que huye de los signos de exclamación y de las mayúsculas, incluso a veces, de las palabras.

Razonar, sintiendo y el coraje de ser yo misma. Y valentía. Para cortar lo que no florece.

Días en los que se puede ver más de lo que percibimos. Días llenos de ganas temblando en mis dedos.
Y esas gafas de decidir, con el superpoder de rectificar. 

Heridas de las que ya no duelan, de las que dejaron marca  para que nunca olvide lo mucho que he vivido. Y cada dolor que me despierta, cada sensación que me revienta, cada minuto de lucha y libertad… bonitos regalos.

Un contigo que cabe en cualquier lado y escribir en tu espalda sin pasado ni futuro.

Magia con la luz apagada y sin espectadores para bucearme hasta las últimas consecuencias. Y una o varias derrotas mías en toda regla, que me enseñen todo aquello que debo seguir cultivando.

Y PERSONAS. Todas las personas puentes de mi vida. Que me llevan de una parte de mi misma a otro lado de mí que ni siquiera creía tener. Y Alejarme de quien se aleja. Despacito, en silencio, para que me note menos aún.
EL REGALO MÁS BONITO que me has hecho VIDA, son puertas abiertas, que son PERSONAS. 


(Gracias @jcalandt por la este bonito regalo de foto)

1 comentario:

  1. Eso es cierto, y muy económico, claro que la tuya ... esa vale mucho más y no me refiero a la física, me refiero a la que nos transmites, Nuria.

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