martes, 22 de octubre de 2013

Cuestión de TAMAÑOS

Hoy déjame que te presente a tus mejores enemigos para conseguir tu mejor suicidio comercial. Se llaman exageración, falsas promesas, mala reputación, hastío y mediocridad.

Luego nah… te vas a no escuchar a cualquier cliente o potencial con tu mejor cara de triste, sí, sí, esa de avinagrado y asqueado o mejor no, pon esa de gilipollas estirado que te sale tan bien y tras una brillante exposición en forma de monólogo lleno de deslices , con aburridos argumentos, frustrados intentos de empatía y sonrisas con sobredosis de soberbia, cierras la reunión en un estrechar de manos a poder ser en “modo fofo”.
Ya en la calle, lejos de deprimirte, llegas a la oficina con tu pose de “misión cumplida” y nos haces el discurso de cómo ganar la confianza del cliente.

De verdad…


Que lo que el cliente compra y lo que nosotros vendemos es lo mismo y se llama confianza. Y no es ninguna broma cuando te digo que para vender sí importa el tamaño de la confianza y la forma también.

La confianza...


¡La confianza es una poderosa energía que todo lo alcanza!
Nos ofrece seguridad, optimismo y alegría. Nos hace más fuertes, más honestos, más sinceros y mejores. Nos condiciona, nos otorga trascendencia, derriba nuestros muros y barreras, nos solidariza, nos convierte en trabajadores infatigables, nos refuerza la fe en nosotros mismos y en los demás, nos vuelve más reflexivos.
En la venta, confiar es el acto de compartir con sensibilidad y generosidad, con transparencia y legitimidad. En la venta  la confianza es vínculo y necesariamente es tiempo.

¡La confianza es optimista!
Nos eleva a lo formidable, a lo maestro y nos reconoce en forma de caricia. Cuando ella aparece, se enciende el amor en nosotros y sólo por ella llegamos a él. Nos genera crecimiento, nos enaltece, nos responsabiliza, nos compromete y nos vuelve pacientes.

Pero no hay confianza sin perseverancia, sin espera y sin coherencia.

"Tardamos años en construirla y sólo segundos en destruirla"


Ala, ahora a vender y que la confianza te acompañe, yo no sé hacerlo sin construir cogida de su mano y sin la verdad de un principio al que no pienso renunciar. El de la integridad.

1 comentario:

  1. Recuerdo hace tiempo cuando la gente alegaba los fallos de un popular sistema operativo a que "era pirata" el oficial fallaba igual... la excelencia puede fallar siempre y cuando atienda al 100% a su cliente solo entonces es excelencia "lo otro" mera venta Genial post Núria y cuando no lo es... :)

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